Casi es momento de decir adiós.
La honestidad es algo particular que nos ha caracterizado, y sin pelos en la lengua, queremos decir que realmente la vida en general de todos los que una vez fueron nuestros compañeros, nos importa tan poco como el horario de la panadería, casi nada. A pesar de esto, no podemos decir que no nos quedamos con un poco de cada uno de ustedes; pasamos mucho tiempo conviviendo y cosas tanto positivas como negativas recordaremos de nuestra segunda familia.
Termina una gran etapa de nuestras vidas, y es inevitable sentirnos inundados por tristeza y alegría al tiempo. Sentimos el éxtasis y la emoción de finalmente acabar esto, para algunos más difícil que para otros, con tropiezos y altibajos, pero lo logramos; al mismo tiempo es innegable que sentimos una pesada melancolía, al dejar atrás tantos momentos, personas e incluso instalaciones que marcaron de por vida nuestra memoria.
Nos separaremos muy pronto, queridos compañeros, y nos alegra decir que el tiempo que pasamos juntos fue disfrutable, y algún día será recodado con especial nostalgia. No conocemos en profundidad a la mayoría pero con seguridad decimos que a cada uno le espera un futuro brillante, y deseamos muchísimos éxitos y alegrías a ustedes, próximos graduados.
Persigan lo que tanto han deseado, y continúen a pesar de lo difícil que se puedan tornar las circunstancias.
Nuestras más sinceras palabras, para ustedes, compañeros de vida.